jueves, 1 de diciembre de 2011

Administrar y Gerenciar: No siempre una cuestión de puestos

 En simples palabras,  Administrar es una tarea que realiza una persona,  o un grupo de ellas, de  forma repetitiva  dentro de una organización. Respondiendo a un esquema de trabajo del tipo estático. En la mayoría de los casos las tareas están definidas mediante un procedimiento. Quien administra “dice” o “informa” los hechos que acontecen, sin llegar a involucrarse demasiado o al menos, no en la medida que la situación amerita. En sencillas palabras, quien administra “describe la realidad” tal como viene dada. (Cuidado, no siempre porque la persona no tenga voluntad, sino por el nivel de autonomía con el que pueda contar dentro de una organización)
En cambio Gerenciar, se refiere a una actividad dinámica, donde cada persona tiene una percepción global y funciona como agente de cambio activo. No se limita solo a “informar” o “decir” los hechos que acontecen, sino a preguntarse “¿porque?”, ¿como?” y llegado el caso se decide a actuar y alterar la situación que percibe.  En otras palabras, es capaz de  “crear o alterar la realidad”.
Tener presente que en las organizaciones existe la denominación “Gerente”, para describir en que lugar del organigrama se encuentra la persona, pero esto no guarda relación directa respecto a la capacidad o no que tiene la persona para gerenciar. 
Es entendible, que se asocie “gerenciar” solo a posiciones jerárquicas. Pues quienes tienen todas las posibilidades (y autonomía) de poder desarrollar esta modalidad de trabajo, en su manera más amplia, son Gerentes, Directores u otro personal ejecutivo. Pero desde mi punto de vista, toda persona que desarrolle una actividad dentro de cualquier tipo organización y se contacte con varias personas, tiene la aptitud de poder gerenciar (dentro de ciertos límites), trasformando su actividad “administrativa” en una actividad de “gerencial”.
Esta transición de administrar a gerenciar no es sencilla, depende de varios factores, tales como: Cultura organizacional, predisposición tanto de la persona como de su grupo o equipo de trabajo, etc.… 

Desde luego que lo expresado en este texto es mi punto de vista!

Adrian Gaston Olivera

sábado, 4 de junio de 2011

“LA ORGANIZACIÓN” vs “la organización”

Como bien sabemos, los sectores de una organización están interconectados, y que cada uno es interdependiente del otro, cumpliendo los mismos una “función” única e irrepetible. Esa interdependencia hace que los objetivos finales de una organización (LA ORGANIZACIÓN) estén supeditados a los “sub-objetivos” que tiene cada sector (la organización).

No obstante, existen dificultades cuando esto no es comprendido. Tal vez por ese grado de arrogancia que tenemos, pensando que el trabajo de uno (o de un sector) es mas importante o incluso esencial comparado con los demás.

Esta falta de lectura, hace que LA ORGANIZACION en su conjunto se muestre ineficiente e ineficaz en muchas ocasiones. Pues por momentos pareciera que cada sector es “la organización” y que esos “sub-objetivos” son en realidad los “objetivos finales” de LA ORGANIZACIÓN.

Resolver este problema a nivel “micro” no es sencillo si solo se trata de hacerlo desde la Gerencia General. Dado a que depende de muchas cuestiones culturales, de empatia, de actitud y de la capacidad de las personas afectadas en cuestión.

Aceptando que no será fácil, desde mi punto de vista habría que aprovechar esa limitación que tiene cada sector, de verse así mismo como “la organización” y tratar de generar el cambio como lo generaríamos en una ORGANIZACION.

· Lo correcto seria empezar por su líder y/o autoridad, convenciéndolo de los cambios y modelos que son meramente necesarios para “LA ORGANIZACIÓN”, acercándole todas las pruebas objetivas de ello. Es decir, siempre hay que justificar los cambios que son necesarios, no hay que dar nada por obvio jamás.

· Posteriormente al proceso de disuasión del líder y/o autoridad de “la organización”, el siguiente paso es que el mismo se reúna con sus subordinados, explicándole y mostrándole, también con información objetiva, la necesidad de generar cambios y armando para ello si es necesario, un programa de implementación.

· Para evitar malos entendidos innecesarios, antes de reunirse con cada uno de los lideres y/o autoridades de los sectores de toda la compañía y evidenciar todos los problemas que se tienen a nivel general, lo aconsejable seria tener una reunión general con todos los lideres de cada sector para hablar de un problema “general y no puntual de algún sector en particular”.

Este problema es mas común en empresas de gran envergadura (multinacionales o grandes PYMES) o con un proceso de start-up mas largo que lo normal.

viernes, 11 de febrero de 2011

Un empleado más

Muchas veces la velocidad de los cambios no nos permite observar detenidamente como han mutado las cosas en términos de liderazgo de las decisiones económicas, fiscales y monetarias en nuestro país.

Años atrás, cuando asumía o renunciaba un Ministro de Economía, la Bolsa de Comercio variaba extremadamente. Principalmente por esa suerte de “inseguridad” de las políticas que se iban a regir con el nuevo Ministro. Parecía que quien terminaba definiendo el modelo de gobierno era el Ministro de Economía y no el Poder Ejecutivo a raíz de la falta de liderazgo. Podríamos hasta decir que era una pieza fundamental, no es que ahora no lo sea, sino que no es la única.

Pero las necesidades del conocimiento también van cambiando, haciendo que un gobierno no concentre todas sus políticas económicas en una sola persona, sino en un equipo asesor paralelo y buscando fortalecer los conocimientos de economía cada uno de sus miembros. A raíz de ello, los últimos gobiernos intentaron poner en práctica ese liderazgo necesario para consolidar un modelo económico.(Atención: no estamos hablando si es bueno o malo)

El liderazgo en las decisiones es importante en cualquier campo, principalmente para que las mismas sean “sustentables” y “autónomas”, independientemente de la personas que las coordinen. De ahí la necesidad de tener solidez por parte del Poder Ejecutivo respecto a la figura del Ministro de Economía de turno. Es decir, que el Poder Ejecutivo tenga el liderazgo necesario para generar políticas económicas, fiscales y monetarias y que el Ministro de Economía solo sea un medio para coordinarlas.

En resumen, en la última década, el Ministro de Economía pasó de ser una pieza esencial a ser una pieza más del rompecabezas. No es que no sea importante su palabra y conocimiento, sino que quien termina definiendo el modelo económico ya no es mas el, o al menos no esta mas solo. Paso de ser un tomador de decisiones principales, a un coordinador de las mismas, convirtiéndose en un empleado más del gobierno.

Adrian Gaston Olivera

Universidad Nacional de Lujan