Agente Positivo de
Cambio
Generar
el cambio en las organizaciones no es para nada fácil, pero tampoco imposible.
El tema es ¿de dónde partir?, pues bien, esto es lo que marca la diferencia de
cualquier persona que se proponga ser Agente Positivo de Cambio . Notaran que le
agrego la palabra “Positivo”, porque “Cambio” no es sinónimo ni de “bueno” ni de
“malo”. Uno debe acostumbrarse a juzgar a los cambios por sus resultados y su forma, no por su título o nombre.
Sugiero los siguientes pasos que he
podido comprobar en mi experiencia laboral:
1. ¿Por qué algo debe cambiar? El primer
paso debe ser responder y fundamentar lo más objetivamente posible esta
pregunta. A simple vista parece sencillo, pero es lo más difícil de volcar en
un papel o en una presentación. Es que aunque se trabaje para una misma organización,
por falta de una visión compartida, no todos buscan los mismos objetivos (o al
menos la mayoría sigue creyendo esto). Por eso el foco debe ser una poder
brindar una respuesta que apunte a mostrar los beneficios para “el business en
general”.
2. ¿De qué forma se verá beneficiado cada
miembro /sector/proceso de la organización con el resultado de este cambio?
Aquí tendremos que dar más de una respuesta, según cliente interno se trate, sobre
los resultados esperados en un lenguaje coloquial.
3. ¿Cuál es el Plan General? Todo cambio
que se quiera generar profesionalmente requiere de una planificación para
mostrar paso a paso como se intentará generar el cambio. Aquí surgirán responsabilidades,
tareas, cronogramas, recursos y el “facilitador del cambio”. Este plan estará sujeto
a las observaciones que surjan con cada responsable.
4. ¿Qué Plan de Contingencia tendremos? Todo
plan debe tener un plan de contingencia que nos permita reaccionar ante un
resultado no esperado, si no lo hay, algo está mal en nuestro Plan General.
5. Poner en marcha el Plan General y estructurar
el Plan de Contingencia!
El Agente de Cambio debe
funcionar como un “Facilitador del cambio” para poder liderar al equipo designado
en el Plan General. Esta tarea requerirá de reuniones, de llamados telefónicos,
de envío de emails, en fin, de todo tipo de tareas que apunten a integrar a
todos los responsables para alinearlos con el objetivo que se persiga con “el
cambio”. Es decir, el cambio no es objeto en si, es un proceso que se debe gestionar no meramente un resultado.
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