En
los negocios es muy importante tener una buena comunicación ya sea oralmente o de
forma escrita. En este caso me centrare en
uno de los canales más importantes de la comunicación: e-mails.
Si bien muchas personas que están
inmersas en el mundo “empresarial” son profesionales, personas en formación, o
bien personas con una amplia trayectoria, en muchos casos existe una redacción pobre.
No me refiero en términos gramaticales, sino en la efectividad del mensaje que se desea trasmitir en vistas al
objetivo/resultado que se pretende de la otra persona.
Por supuesto que el formato de redacción de correos
electrónicos es diferente según se trate de:
- Personas de la
misma organización, de una jerarquía superior
- Personas de la
misma organización, de una jerarquía inferior
- Personas externas a
la organización.
Pero nada tiene que ver el formato
de redacción con la efectividad del
mensaje a trasmitir. Es decir, no debemos confundir esos términos: Una
redacción puede ser formal o informal, pero debe estar escrita de una forma
efectiva, de modo que el receptor no deba hacer mayor esfuerzo que el necesario para descifrar el mensaje, o lo que
es peor, entender supuestos.
Se que suena fácil pero no lo es, ya
que algunas de las causas por las cuales la redacción termina no siendo
efectiva son las siguientes:
- Tiempo con el que
se cuenta para dar una respuesta o para redactar.
- Presión de
superiores
- Cultura de la
organización
- Experiencia con la
que cuenta la persona.
- etc.…
Es importante redactar de una forma efectiva,
con empatia y utilizando un lenguaje acorde, para lograr trasmitir el mensaje
sin ruidos y poder conseguir del receptor lo que uno desea. Pero también para
mostrar respeto a la otra persona, y así poder crear mejores relaciones, tanto
dentro de la organización, como fuera de ella. Como dije antes, no es fácil,
pero justo ahí esta el desafío.
Adrian Gaston Olivera