Como lo escrito en algún artículo, no
siempre esta relacionado la función de “gerenciar” con la posición que se ocupa
en el organigrama de una compañía. Es decir, cualquiera sea el rol que
tengamos, definitivamente tendremos que gerenciar para alcanzar un objetivo. En
este caso, me centrare en aquellas personas que tienen a cargo un equipo o
grupo de trabajo.
Para gerenciar existen múltiples
estilos que se deben ir adecuando conforme a la tarea, características del equipo
de trabajo, entorno, etc. Por supuesto que no es una tarea fácil definir cual
es el mejor estilo. Pero para poder entender que puntos se deben tener en
cuenta al momento de elegir uno, desde mi perspectiva, habría que focalizarse
en lo siguiente:
- Ver que
actividades puedo delegar:
Delegar aquellas tareas que podría realizar cualquier miembro del equipo,
no centralizarlas en uno mismo si realmente no es necesario. Menos aun si
esto puede permitir que una persona se desarrolle en otra actividad.
- Hacer
un “follow up”: Diseñar
una metodología para poder efectuar un seguimiento efectivo a las
actividades que delego, analizando el cumplimiento efectivo y eficiente
(tiempo y forma).
- A quien
delegar las tareas más complejas:
Aquellas actividades que requieran cierta diligencia y que no permitan un
margen de error deberían ser delegadas a personas con experiencia en el
tema. No debe confundirse “desarrollar a una persona” con “exponerla a un
riesgo innecesario”.
- Evitar el Micromanagament : Esto es gestionar
intentando controlar todos los detalles, hasta el más pequeño, sin
capacidad de delegación o de confianza. Es un punto esencial para
poder desarrollar una buena gestión y no convertirse en un Micro Manager. [1]
Esta lista
no es taxativa, por eso seguramente encontraras miles de ideas mas respecto como
delegar o que tener en cuenta al momento de hacerlo.
Adrián Gastón
Olivera
Universidad
Nacional de Lujan
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